martes, 19 de abril de 2016

“El cuerpo es sabio”. ¡No abuses del poder de la palabra!

<<Una de las cosas más fascinantes de ser mago –dice Tony- es que te das cuenta de la fuerza de las palabras. Y este truco es el ejemplo perfecto de cómo un mago puede usar el lenguaje para crear una impresión que en realidad no había>>
Los engaños de mente. Capítulo 7. S.L. Macknik, S. Martínez-Conde

El párrafo anterior es del capítulo que resumiré el próximo fin de semana en #TertuliasCiencia, pero… NO HE PODIDO RESISTIRME A PUBLICAR ESTE POST.

Muchas veces, cuando estoy dando clase, me paro y me autocritico. Las razones pueden ser diversas, pero una de ellas es cuando deslizo mensajes que podrían ser correctos pero que oídos por los alumnos y por la fuerza de las palabras, se vuelven en contra de lo que debería de transmitirse en un clase de ciencia.
Y, de igual manera, también critico libros, post, charlas… que cometen errores parecidos. Critico solo ese aspecto, resalto lo grande que es el contenido en otras cosas, critico con ánimo constructivo, PERO CRITICO.

No puede ser de otra forma porque, cuando el receptor de mensaje no tiene conocimientos profundos sobre el tema tratado, el poder de la palabra puede inducir a pensar cosas muy absurdas. Opino que, en estás circunstancias (la educación y la divulgación serían ejemplos donde los mensajes van dirigidos a personas no doctas en la materia), más importante que la corrección del mensaje es el cómo queda grabado ese mensaje en sus mentes.

Obviamente, saber de antemano como interpretará la información el receptor es imposible, pero existen coletillas que razonablemente podrían inducir a errores (lamento no tener datos de investigaciones que midan esto, pero os invito a todos a experimentar para alcanzar certezas o a facilitar los datos de dichas investigaciones si fueran conocidos por vosotros).

Pero no nos vayamos por las ramas. Cuando oigo “el cuerpo es sabio” en cualquiera de sus versiones (las plantas/bacterias/virus hacen lo que saben que tienen que hacer para que les vaya bien, la naturaleza toma medidas para volver al equilibrio…) salta el sensor: ¡ALERTA, POSIBLE MENSAJE CONTRADICTORIO CON LA CIENCIA!

Algunos usarán estos mensajes porque se tomarán “licencias poéticas”, pero creo que la gran mayoría los usarán por inercia (muchos libros y documentales están redactados de esa forma, incluso me llegué a plantear que quizás eran malas traducciones pero cuando pregunté me dijeron que no). Por desgracia apuesto que algunos, los menos, los usarán con mala fe, sabedores del poder de las palabras, porque ESOS MENSAJES INDUCEN A PENSAR QUE NO SOMOS EL FRUTO DE UNA EVOLUCIÓN ALEATORIA, introducen el creacionismo en sus distintos formatos.

Opino que no cuesta tanto, que somos más correctos y que incluso es más bello redactarlo de otra forma. Por ejemplo, “el cuerpo es sabio” yo lo redactaría como “el cuerpo es maravilloso: infinidad de alteraciones aleatorias y no predeterminadas en el ADN, positivas y negativas, han determinado su alucinante comportamiento”.

Nota final:
En el capítulo 7 los autores de “los engaños de la mente” nos hablan de cómo funciona la memoria y de cómo los magos pueden inducir errores en ella para hacer sus trucos. Nos explican que la memoria solo retiene algunos datos y que cuando acudimos a ella completamos el recuerdo con el resto de datos que teníamos previamente insertados, incluso nos dicen que cada vez que recordamos manipulamos el recuerdo y lo alteramos. Siendo así las cosas, no veo descabellado que cuando no somos unos doctos en una materia malinterpretemos la información fácilmente y que acabemos pensando que oímos/leímos/vimos cosas totalmente distintas de las que realmente nos querían transmitir. Pensad lo que queráis, pero yo de momento seguiré criticando frases como las anteriores.


Nada más, si os apetece y podéis, comentad este post. Y recordar que estáis invitados a participar en #TertuliasCiencia.

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